viernes, 29 de junio de 2012

María Blanchard Cubista. Fundación Botín


La exposición esta coproducida con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, que en otoño de 2012 presentará una antológica de toda su producción. María José Salazar, conservadora del Museo, es la comisaria. 
La Fundación Botín centrará la exposición de Santander en el periodo cubista de esta artista española que vivió la pintura con todas sus incertidumbres y convicciones y que llegaría a ser una de las grandes figuras de la vanguardia.

Nacida el mismo año que Picasso, Gargallo o Vázquez Díaz, perteneció a una generación de artistas cuyo reconocimiento nunca fue parejo con el suyo. María Blanchard (Santander, 1881 – París, 1932) ha sido y aún sigue siendo hoy, la gran desconocida del grupo de artistas que consolidaron la renovación artística de principios del siglo XX. Se cumplen este año los 80 años de su muerte. 
Pese al tiempo transcurrido, una serie de hechos ajenos a su devenir artístico hicieron que su vida fuera relatada con grandes lagunas y enormes contradicciones y su obra permaneciera en un segundo plano respecto a sus coetáneos y amigos de la vanguardia, a los que sin duda igualó y en algunos casos superó.
La propuesta expositiva que se presenta en la sala de la Fundación Botín gira en torno a su trabajo cubista, (1913-1919), siendo esta la primera muestra de carácter científico que sobre este periodo se ha llevado a cabo. Cuenta con fondos internacionales, gran parte de las cuales no se han mostrado nunca en España y algunos son inéditos. También es la primera vez que se incluyen dibujos.
La exposición en Santander reúne 53 obras realizadas entre 1913 y 1919, pertenecientes todas ellas a sus trabajos cubistas. 15 de las mismas no se mostrarán posteriormente en Madrid, que acogerá una retrospectiva total de su producción.

La artista, se adentra con pasión, en el movimiento. Su obra presenta una clara evolución. Desde un primer cubismo en el que ejecuta obras sencillas, con elementos figurativos fácilmente identificables, que representa mediante formas geométricas en planos superpuestos, evolucionando hacia un cubismo más sintético, en unas composiciones en las que reduce la temática a elementos esenciales, expresados mediante planos expuestos desde diversas perspectivas.

María encuentra en la práctica del cubismo, una vía de expresión que le permitirá demostrar que, plásticamente al menos, está a la altura de los mejores pintores de la vanguardia. No solo realiza algunas de sus mejores composiciones, sino que es además la época en la que comparte experiencias con sus amigos, Diego Rivera, Jacques Lipchtiz, Juan Gris y André Lhote, por citar a los más cercanos.

María Blanchard vivió una época compleja, como artista y como mujer, que le obligó a duras renuncias, tanto en lo social como en lo material, para poder entregarse plenamente a la pintura. Desde un punto de vista conceptual, la transferencia de la experiencia vital, el dolor y el sufrimiento, a los personajes representados en el lienzo, permite trazar un cierto paralelismo entre su trabajo y el de la mexicana Frida Khalo.
La exposición permanecerá en la sala de exposiciones de la fundación Botín en Santander hasta el próximo 16 de Septiembre de 2012, para en octubre parte de las piezas viajar a Madrid y participar en una nueva exposición en el Museo Reina Sofía, de la cual informaremos en su momento.

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