miércoles, 27 de junio de 2012

David Hockney: una visión más amplia


Hoy queremos hacer mención a una interesante exposición que puede verse en el museo Guggenheim de Bilbao hasta el 30 de Septiembre de 2012 en la que la atención recae sobre la importancia que el paisaje ha tenido en la obra de David Hockney, quizá el pintor británico en activo mas importante.

Nacido en Bradford en 1937, David Hockney asistió a la Bradford School of Art antes de entrar en el Royal College of Art, donde permaneció entre 1959–1962. Entre sus condiscípulos se encontraban Peter Blake y R.B. Kitaj. La celebridad de Hockney le llegó mientras aún estudiaba, cuando su obra fue incluida en la exposición Young Contemporaries, que marcó el surgir del arte pop británico. A comienzos de los años sesenta visitó Los Ángeles y poco después se estableció en aquella ciudad. Con frecuencia se le asocia al sur de California y a las numerosas obras que produjo allí a lo largo de varias décadas. En 1991 David Hockney fue nombrado miembro de la Royal Academy.

Intensos paisajes inspirados en Yorkshire, su condado natal, realizados a partir del año 2004, componen el núcleo de esta muestra que, con el patrocinio de Iberdrola, reúne a lo largo de la segunda planta del Museo cerca de 190 trabajos —pinturas al óleo, carboncillos, dibujos realizados con iPad, cuadernos de bocetos y vídeos digitales—, la mayoría de ellos llevados a cabo en los últimos ocho años. La exposición ofrece una visión única del universo creativo de David Hockney y evidencia, tanto su gran capacidad para representar la naturaleza a través de diferentes técnicas, como su relación emocional con el paisaje de su juventud.

La exposición también ilustra hasta qué punto la representación del entorno natural ha estado presente a lo largo de toda la carrera del artista, incluso cuando otros motivos centraban su producción. Una selección de trabajos, desde 1956 —durante sus días de estudiante en Bradford—, hasta 1998, contextualiza sus últimos paisajes, y nos revela la temprana preocupación de Hockney por la representación del espacio, el uso del color y el tratamiento de la perspectiva para reflejar el mundo natural.

Dominando una de las enormes e irregulares salas del Museo se despliega la monumental La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire en 2011 (dos mil once) [The Arrival of Spring in Woldgate, East Yorkshire in 2011 (Twenty-Eleven)] ante la cual el observador siente cómo la emoción de esta estación se expande a su alrededor. Este glorioso homenaje a la naturaleza es una instalación compuesta por una gran pintura de 32 lienzos rodeada por 51 dibujos realizados con iPad e impresos sobre papel que registran la transición desde el inverno hasta el final de la primavera en un pequeño sendero de East Yorkshire, y en la cual se puede apreciar la experiencia de Hockney en el diseño de escenografías para ópera.

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