viernes, 11 de enero de 2013

Bancocracia. En la Galería 6más1 de Madrid hasta el 9 de Febrero.



La exposición se presenta como un "cara a cara" artístico-conceptual en el que se enfrentan Julio Flanagán, que presenta su proyecto "Prioridad absoluta"; y Wolf Geyr que muestra por primera vez en España "In God We Trust", duelo que tiene como telón de fondo la relación entre poder político y poder económico.

Con ambos trabajos, realizados cada uno en un país y en un contexto diferente, Julian y Wolf pretenden arrojar luz sobre el momento que padecemos actualmente y ayudarnos a comprenderlo presentandonos la conclusión a la que parecen haber llegado cada uno desde su mirada particular en lo que concierne a esa relación de poderes que vienen a estudiar, mirada que al tratar un problema colectivo termina ofreciendo una respuesta también para la colectividad, y es que si los bancos poseen el poder económico en nuestra sociedad de consumo, esto quiere decir que en ultima instancia también poseen el poder poder político, que depende de ellos, de modo que las ultimas responsables de la actual situación que viven Europa y el mundo occidental en general serían las entidades bancarias.

Una vez más el arte se vuelve incómodo, y activamente político y nos invita a reflexionar sobre nuestro presente, la pena es que lo haga dentro del espacio de la galería donde pierde la visibilidad que podría hacer revolverse al sistema, allí donde este ha cobijado al arte para que no pueda hacerle daño. La pena es que este arte no salga al espacio público, donde la masa anestesiada pueda experimentarlo y reflexionar y donde de estar expuesto actuaría como debe y nos enseñaría la verdadera cara de los que ahora más que nunca se esfuerzan por silenciar a los agentes que pueden derribar su fortaleza, porque este momento, el momento en el que han movido ficha y han puesto en marcha el mecanismo para la creación de un mundo mas elitista aún es también el momento en el que más fácilmente pueden quedar expuestos sus mecanismos. Por eso encierran el arte en galerías y museos, porque así lo convierten en una mercancía o en un objeto de deleite y mientras unos les alimentan, los otros nos deleitan o por decirlo de otro modo nos sirven el arte a modo de "pastilla para la felicidad". Y no solo esto, consiguen además que aquellos trabajos que les ponen en evidencia se muestren a una inmensa minoría que al salir de la galería volverá a ser atrapada por la inmensa mayoría, volviendose de nuevo marionetas de aquellos de los que por un rato quedaron libres, volviendo inútil el esfuerzo de los artistas.

Mi enhorabuena a Julio Flanagán y Wolf Geyr por su valentia, pero también mi invitación a ambos a que desarrollen sus trabajos en la calle para darles un sentido completo y para que nos enseñen de verdad como el arte puede hacer que el sistema tiemble de miedo.


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