George Grosz (1893-1959), uno de los artistas más destacados del siglo XX, representa como ninguna los conflictos sociales y los acontecimientos ocurridos en la Alemania de la primera mitad de este siglo que sacudieron los pilares de nuestra civilización. Con sus agudos dibujos cargados de crítica social, que evidencian un nuevo lenguaje visual marcado por la denuncia, la ironía y las imágenes impactantes y grotescas, Grosz alcanzó gran popularidad en la década de los años veinte.
Grosz es considerado uno de los artistas alemanes más importantes del periodo comprendido entre las dos guerras mundiales. A través de sus dibujos satíricos, casi caricaturas, retrató la sociedad y la política alemana de la república de Weimar.
Fue un artista comprometido ideológicamente, un agitador que usaba su arte, el dibujo, como un arma contra la convulsa Alemania. Se le ha comparado con Daumier o Goya por su repercusión social.
La exposición, que permanecerá en el Caixa Forum de Palma de Mallorca hasta el 2 de Septiembre, se centra en la obra gráfica de Grosz. Con su arte, que va desde el dibujo hasta las densas acuarelas y la pintura naturalista, pasando por los temas grotescos y el collage, Grosz denuncia con una intención moralizadora la precaria situación social, que ve encarnada en el militarismo, el capitalismo y la burguesía.
La exposición se organiza cronológicamente en ocho ámbitos temáticos: Los primeros años en Berlín, La Primera Guerra Mundial, Metrópolis Berlín, La época dadá, La política, La sociedad de los años veinte, Un emigrante en Nueva York y La Segunda Guerra Mundial, repasando de este modo, por primera vez en España, la evolución del artista entre estas dos ciudades, polos centrales de su vida.
En Alemania se convirtió en un agitador que utilizaba su arte como arma, lo que le ha valido comparaciones con Goya, pero pocos días antes de la llegada de Hitler al poder se trasladó a Nueva York, escapando en el último momento de la Gestapo. Desde la distancia observa la victoria del fascismo y del nacionalsocialismo, en los que reconoce los presagios de un nuevo apocalipsis: la Segunda Guerra Mundial. La muestra también profundiza, por primera vez, en su preocupación por la Guerra Civil Española.
Su historia personal, su compromiso político e ideológico y la lucha que mantiene desde su producción artística, lo convierten en un importante elemento a través del cual comprender las motivaciones de los primeros artistas de vanguardias, que siempre fueron más allá de una mera ruptura con el lenguaje artístico imperante y supusieron un grito que los artistas lanzaron contra los hechos que se sucedían en una época tan convulsa de la historia como la que abarca esta exposición.
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